La estatua en bronce dedicada al  Venerable P. Tomás Morales S.J., será  presentada el próximo sábado día 16 en Dießen am Ammersee, Alemania.

La escultura realizada en terracota por Paco TITO, se modeló en 1998 y de ella se hicieron dos reproducciones en bronce para dos centros de  las Cruzadas de Santa María  en Madrid y Ávila.
A mediados del año 2019, 21 años después, las Cruzadas de Santa María  se pusieron en contacto con el autor para hacer una nueva reproducción en bronce de la escultura de su fundador, que será ubicada en un nuevo centro de  en la ciudad alemana de Dießen am Ammersee. Dicho monumento iba a ser inaugurado el 19 de marzo del pasado año, pero debido a la pandemia, el acto fue aplazado.

El monumento estará situado en el Centro de Formación HAUS SANKT JOSEF, de la ciudad alemana de Dießen am Ammersee  y será presentado el próximo sábado 16 de octubre a las 11.30, por S.E. Mons. Dr Nikola  Eterovic, Nuncio Apostólico en Alemania,  S. E. Dr. Bertram Meier, obispo de Augsburgo .y la asistencia de la Directora General de las Cruzadas de Santa Maria, Dª Lydia Jimenez, iniciadora de este proyecto

Venerable P.Tomás Morales S.J.

Nacido  el 30 de octubre de 1908 en Macuto (Venezuela), Tomás Morales se trasladó con su familia en 1909 a Madrid. Allí asistió por primera vez al colegio de los jesuitas en Chamartín y luego estudió derecho en la Universidad Central. Como presidente de la Asociación de Eestudiantes Católicos, participó activamente en la vida académica de su tiempo. Después de completar con éxito sus estudios, realizó su doctorado en Bolonia, Italia, donde recibió un premio especial por su tesis doctoral. Al mismo tiempo, sin embargo, se hizo más seguro de que su verdadera vocación no era una carrera civil. Se dio cuenta de que Dios lo estaba llamando al sacerdocio. A los 23 años entró en el noviciado de los jesuitas en Chevetogne (Bélgica) y fue ordenado sacerdote el 13 de mayo de 1942

Su obra

La vida del  Venerable P. Tomás Morales S.J. dejó como fruto varias obras que en nuestros días siguen actuando y extendiéndose en distintas partes del mundo: dos institutos de vida consagrada, Instituto secular Cruzados de Santa María e Instituto secular Cruzadas de Santa María, cada uno de ellos tiene un movimiento apostólico de jóvenes, la Milicia de Santa María, que en su rama femenina está constituida en asociación privada internacional de fieles laicos, y una asociación pública de fieles, los Hogares de Santa María. Todos ellos participan de un mismo carisma, el donado por el Espíritu Santo a su Iglesia por medio del Padre Morales, quien les transmitió una espiritualidad basada en los Ejercicios espirituales de san Ignacio de Loyola, alimentada por la savia carmelitana, con una específica dedicación a la formación integral de los jóvenes y de las familias.

El P. Morales siempre vivió atento a los signos de los tiempos. Respondió con prontitud y sin reservas, mediante la entrega abnegada e incansable, a los sucesivos llamamientos de los Papas de la segunda mitad del siglo XX a una nueva evangelización.

Inicios


Los inicios del movimiento de laicos fundado por el  P. Morales se encuentran en una tanda de Ejercicios Espirituales celebrada a finales de 1946, en la que los jóvenes asistentes, tocados por el amor de Dios, sintieron en sus corazones el ardor apostólico e hicieron suya la misión de llevar a otros lo que ellos mismos habían conocido; un nuevo estilo de vida evangélico capaz de llenar el corazón del hombre en plenitud.

Entendieron, entonces, que muchos jóvenes vivían como ellos hasta entonces  sin ideales   Surge entonces el Hogar del Empleado, obra social y apostólica para jóvenes empleados que venían a las ciudades con bajos recursos económicos y carentes de formación . Crearon Hogares-residencias, escuelas de formación, sanatorios, economatos, colonias de viviendas para las nuevas familias. etc.   

El Venerable P. Tomás Morales   era un enamorado de La Inmaculada  y  Ella fue impulso y fuerza  para la obra emprendida y posterior nacimiento de los Institutos Seculares de Cruzados y Cruzadas de Santa María

“La Inmaculada nunca falla”  y “No cansarse nunca de estar empezado siempre” fue siempre lema de su vida y obra.

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